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¿Por qué los parásitos siguen afectando a tu ganado, incluso si ya estás desparasitando?

Desparasitar es una práctica habitual en cualquier plan sanitario ganadero. Sin embargo, cada vez más productores se enfrentan a una realidad frustrante: los animales siguen bajando de peso, el rendimiento no mejora y las pérdidas económicas continúan, incluso después de haber cumplido con su calendario de antiparasitarios. ¿Qué está fallando?

La respuesta es más compleja de lo que parece y tiene que ver con resistencia, subdosificación, uso inadecuado de principios activos, condiciones ambientales cambiantes y un largo etcétera que pocas veces se analiza con profundidad.

El enemigo silencioso: parásitos resistentes y adaptados

Los parásitos internos y externos no son estáticos. Evolucionan. La presión constante de desparasitantes mal utilizados ha acelerado el desarrollo de resistencia, haciendo que ciertos productos dejen de ser efectivos aunque parezca que están funcionando. El ganado puede presentar una mejoría inicial, pero la carga parasitaria persiste, debilitando al animal de forma crónica.

Esto es especialmente común con los nemátodos gastrointestinales, que muchas veces sobreviven a los tratamientos por errores en la aplicación o por el uso repetido de un mismo principio activo sin rotación.

Subdosificación: un error más común de lo que se cree

En muchas fincas, se estima el peso del animal a ojo. ¿El resultado? Subdosificación casi sistemática. Cuando el producto no alcanza la concentración adecuada en el organismo del animal, los parásitos reciben una "advertencia", no una eliminación. Sobreviven, se reproducen, y crean poblaciones más resistentes.

Además, factores como el clima, el estrés y el estado nutricional del animal pueden alterar la farmacocinética de los medicamentos. En otras palabras, no basta con aplicar el producto: hay que asegurarse de que el organismo lo utilice bien.

¿Estás atacando todos los frentes?

Muchos antiparasitarios se enfocan únicamente en parásitos internos o en una familia específica. Pero los parásitos no se dividen por turnos. Las infestaciones mixtas son la norma, no la excepción. Mientras controlas lombrices, la mosca de los cuernos puede estar afectando el comportamiento alimenticio del animal. Mientras tratas garrapatas, las gusaneras pueden estar gestándose en heridas no detectadas.

Ahí es donde fallan muchos planes sanitarios: no consideran el contexto parasitario completo.

Timethox: un enfoque integral para el control parasitario

Frente a esta realidad, Timethox se posiciona como una solución con respaldo técnico y un enfoque más amplio. Su fórmula permite actuar eficazmente contra nemátodos gastrointestinales, parásitos pulmonares, miasis cutáneas y trematodos hepáticos adultos (como Fasciola hepatica), que suelen ser ignorados en tratamientos comunes.

Además, su vía inyectable garantiza una absorción precisa, evitando problemas de dosificación por errores en la estimación de peso o por derrames, como ocurre con los pour-on.

Más allá del producto: una estrategia

Un buen antiparasitario no sustituye una mala estrategia. Es necesario:

  • Hacer diagnósticos periódicos (coproparasitológicos).

  • Rotar principios activos para evitar resistencia.

  • Aplicar según peso real.

  • Considerar el clima y la carga parasitaria de la zona.

  • Incluir al veterinario en la toma de decisiones sanitarias.

Timethox es una herramienta poderosa cuando se integra en un plan sanitario inteligente. Y es ahí donde está el verdadero valor: combinar conocimiento técnico con soluciones eficaces para dejar de perder lo que no se ve, pero que cuesta mucho.

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